4. Realizando uno de los experimentos
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Gilbert conjeturó, correctamente, que estando cerca de un imán permanente ese hierro se convertía en un imán temporario, con una polaridad apropiada para la atracción. Esto es, el extremo de una barra de hierro pegada a un polo S de un imán (polo marcador del sur) temporariamente se convierte en un polo N. Dato que los polos magnéticos se dan en pares que forman un juego, el otro extremo de la barra se convierte temporariamente en un polo S, y puede en su momento atraer mas hierro. Puede verse esto si usted coloca, supongamos, una herradura imantada dentro de un recipiente con alfileres de hierro. Como se había previsto, varios alfileres se pegarán a los polos, pero además, algunos otros alfileres más se adherirán a esos alfileres pegados al imán. No obstante, cuando los alfileres son separados de la pieza imantada, vuelven a ser no mangnéticos nuevamente. Gilbert confirmó su conjetura de magnetismo temporario (inducido) con un experimento original (ver dibujo). Usando cadenas, colgó dos barras paralelas de hierro sobre el polo de una pequeña esfera que simulaba la tierra, y notó que ellas se repelían. Bajo la influencia de la esfera, cada una se convertía en un imán temporario con la misma polaridad, y los polos temporarios de caba barra se repelían uno con el otro. (Puede encontrar el mismo experimento descripto en la portada de "De Magnete")
Necesitará (1) un pequeño botón magnético (dibujo), hecho de acero como los utilizados en oficinas para poner mensajes en paneles metálicos (no un imán de refrigerador, es demasiado débil), y (2) dos clavos delgados y pulidos, largos, de cabeza pequeña, de aproximadamente 5 cm (2") de largo. Si no dispone de ellos, utilice dos clavos largos y corte las cabezas dejándolos de la misma longitud. Coloque el imán sobre una mesa plana o la superficie de un proyector, como muestra el dibujo, con los extremos de los polos de atracción hacia abajo (la figura está dibujada en el plano de la mesa o proyector). Pegue la punta de uno de los clavos a un lado de uno de los polos del imán, perpendicular a éste. Con sus dedos evite que el clavo se salga de la posición perpendicular, ya que tenderá a aumentar la superficie de contacto con el imán. Coloque la punta del segundo clavo al lado del primero, y use sus dedos índice y pulgar para mantenerlos juntos, paralelos. Luego separe los dedos lentamente, como muestra la figura, y notará que los extremos de los clavos se repelen uno del otro, como en el dibujo de Gilbert. Cerrando y abriendo sus dedos, podrá demostrar fácilmente la repulsión.
...y a propósito:Si está familiarizado con la electricidad, podrá darse cuenta que lo que usted ha hecho es escencialmente una analogía magnética del electroscopio, un instrumento sensible para detectar cargas eléctricas. En el electroscopio, dos hojas delgadas de oro cuelgan de una barra de metal, una al lado de la otra, sobre un soporte aislado, (también funciona con hojas de aluminio). Si una carga eléctrica se transmite a la barra, por ejemplo tocándola con un objeto cargado eléctricamente, parte de la carga irá a las hojas. Dado que las hojas tendrán la misma carga (ambas + o ambas -), se repelerán entre sí, y formarán un ángulo similar al que forman los clavos aquí.
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Stern
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Traducción al Español por Marina Berti
Ultima actualización 25 de Noviembre de 2001